- No te laves el cabello con demasiada frecuencia.
Como te hemos señalado antes no lo laves tu cabello con demasiada frecuencia, de este modo no eliminaras los aceites naturales del cuero cabelludo. Lava tu cabello 2 o 3 veces máximo por semana, así mantendrás tu cuero cabelludo sano y limpio.
- Acondiciona siempre tu cabello.
Sin importar que tan graso pueda ser tu cuero cabelludo debes siempre aplicar un acondicionador después del lavado, ya que necesitas equilibrar el pH del cabello. Nivelar el pH natural del cabello es una de las funciones del acondicionador, pero también nutrir las fibras capilares y sellar la cutícula para lograr la suavidad y el brillo que tanto nos gusta.
- Define tu tipo de piel cabelluda.
Es importante diagnosticar nuestra piel cabelluda para proceder de manera correcta en la aplicación del acondicionador, entonces, si tu piel cabelluda es seca, que produce muy poco cebo o nada aplica el acondicionador desde la piel hacia las puntas y procede a masajear y a desenredar con los dedos o con un cepillo plano y retira con abundante agua.
Si por el contrario tienes la piel cabelluda grasa te recomendamos el lavado diferente, inicia tu baño acondicionando primero todo el cabello inclusive el crecimiento o raíz, masajea todo el cabello procede a desenredar y retíralo con abundante agua. Luego procede al realizar tu lavado normal con el shampoo y posterior a ello aplica nuevamente acondicionador pero esta vez solo una pequeña porción en las puntas masajea y retira, de esta forma no te quedara la sensación de pesades o grasitud.
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